El tenista español Rafa Nadal ha quedado virtualmente eliminado de las Finales ATP, que se disputan en Turín, después de caer ante el canadiense Félix Auger-Aliassime en su segundo partido del Grupo Verde (6-3, 6-4), una derrota que además podría permitir a su compatriota Carlos Alcaraz retener hasta el próximo año el número uno del mundo.

Desde 2009, el balear no perdía cuatro partidos seguidos -algo que solo ha vivido cuatro veces en su carrera-, pero Auger-Aliassime ahondó en su herida, todo con su tío Toni, preparador del norteamericano, sentado en el banquillo contrario como testigo.

Una victoria por 2-0 este martes del estadounidense Taylor Fritz ante el noruego Casper Ruud mantendría virtualmente con opciones al español, que debería ganar el jueves por dos sets a Ruud y esperar que Fritz se impusiese también el mismo día por 2-0 a Auger-Aliassime, todo ello además necesitando un mejor porcentaje de juegos ganados que el noruego y el canadiense.

La eliminación de Nadal, actual número dos del ranking ATP, permitiría al murciano Carlos Alcaraz terminar 2022 como número uno del mundo, convirtiéndose en el primer español desde 2019 -cuando lo consiguió el propio Nadal- en hacerlo.

Ambos tenistas saltaron a la pista del Pala Alpitour de la ciudad italiana sin margen de error, conscientes de que una derrota les dejaba fuera de la lucha por convertirse en 'maestros'. Nadal, que acudió a la cita con un favorable 2-1 en los cara a cara ante el norteamericano, no supo aprovechar los momentos de duda de su rival y marchó a remolque durante todo el partido.

El de Manacor dispuso pronto de las primeras oportunidades para golpear a su adversario, pero desperdició un par de bolas de 'break' en el juego inaugural.

La solidez en el saque marcó los siguientes juegos hasta el séptimo, donde el balear volvió a tener otras dos pelotas de rotura que, nuevamente, no supo aprovechar. En cambio, Auger-Aliassime, materializó la primera ocasión que tuvo en el octavo, vital para cerrar posteriormente el primer set con su saque.

Nadal arrancó la segunda manga cediendo su servicio (1-2) y ya nada cambió. Ninguno de los dos contendientes consiguió romper el saque de su rival en lo que restó de parcial y la lucha finalizó tras una hora y 56 minutos de juego.