En una sobremesa de locura y fútbol desatado en Montjuïc, el Barça de Hansi Flick resucitó tras un arranque demoledor del Real Madrid y firmó una de las remontadas más vibrantes de los últimos clásicos.

El conjunto azulgrana, liderado por un Raphinha desatado y un Lamine Yamal eléctrico, le dio la vuelta a un 0-2 en apenas quince minutos para acabar ganando 4-3 y dejar LaLiga prácticamente en el bolsillo.

Un partido en el que hubo polémica, goles anulados en los últimos minutos en las dos áreas y un gran espectáculo que deja a un Barça con siete de ventaja sobre el Real Madrid con 9 puntos por disputarse. El sello del técnico alemán empieza a marcarse en el trofeo de campeón.

El Clásico comenzó con los dos equipos fieles a su estilo, y también a sus carencias. El Barcelona salió valiente, desatado en ataque y comprometido en la presión, pero mostró debilidades atrás. El Real Madrid, más conservador, apostó por su pegada, especialmente la de Mbappé, que no tardó en desequilibrar.

En un escenario de ida y vuelta, como ya ocurrió en los recientes duelos en Montjuïc ante Atlético e Inter, el partido se convirtió pronto en una montaña rusa. Los blancos calcaban el libreto que tan bien le funcionó a colchoneros e italianos semanas atrás: dos zarpazos antes del minuto 15 y el silencio en la grada.

El 0-1 llegó muy pronto. Corría el minuto 5 cuando un error de Cubarsí dejó solo a Mbappé, que fue derribado por Szczesny en una salida inocente. El propio delantero francés convirtió el penalti. Nueve minutos después, tras un par de avisos blaugranas, el Real Madrid castigó de nuevo al espacio. Vinícius asistió y Mbappé, con clase, cruzó el disparo para firmar el 0-2. El Barça protestó una posible falta previa sobre Lamine Yamal.

Parecía que el Madrid tenía el duelo encarrilado, pero el equipo de Hansi Flick reaccionó con orgullo y con fútbol. 

Eric García abrió el camino de la remontada en el 19 con un cabezazo tras un córner. Poco después, Lamine Yamal volvió a iluminar Montjuïc con una rosca de zurda impecable, en el 32. El estadio rugía y el Barça no aflojaba. Pedri interceptó un balón dividido y encontró a Raphinha, que anotó el 3-2 con frialdad. Y justo antes del descanso, el brasileño firmó su doblete tras robar en campo rival, asociarse con Ferran y definir con temple (4-2, min.45).

Antes del entretiempo, el VAR anuló un penalti a favor del Madrid por fuera de juego y también otro tanto de Mbappé. El Barça se fue al descanso con una ventaja merecida y una sensación de superioridad absoluta.

Ancelotti movió el banquillo y dio entrada a Modric y Brahim, lo que le dio algo más de control al conjunto blanco. El Barça, menos agresivo, esperó su oportunidad para sentenciar en transiciones. Lamine Yamal llegó a marcar el quinto, pero fue anulado por fuera de juego.

Cubarsí se retiró lesionado y entró Christensen. En uno de esos intentos de salida limpia desde atrás, el Barça se equivocó. Modric robó, combinó con Vinícius y este sirvió el tercer gol a Mbappé (min.70), que cerró su triplete y suma ya once tantos al conjunto culé entre PSG y Madrid.

En el tramo final, los de Flick rozaron el quinto gol, mientras que el Madrid se aferró a la épica. Víctor Muñoz, debutante, y Mbappé tuvieron el empate, pero Szczesny respondió. Tchouaméni marcó en un córner, pero el tanto fue invalidado por fuera de juego previo del delantero francés. Fermín también vio cómo le anulaban un gol por mano.

Pese al suspense hasta el final, el Barça no necesitó más. Con este triunfo, el cuarto seguido ante el Real Madrid esta temporada, el equipo de Hansi Flick deja LaLiga prácticamente sentenciada.