Las jefas de explotación superan el 30% en viñedo y cultivos leñosos, aunque se quedan por debajo del 20% en la mayoría de las actividades ganaderas
La brecha de género en el campo: solo el 2,5% de las mujeres se dedica al sector primario en Castilla y León
Las jefas de explotación superan el 30% en viñedo y cultivos leñosos, aunque se quedan por debajo del 20% en la mayoría de las actividades ganaderas
La brecha de género se mantiene en el sector primario de Castilla y León, ya que apenas el 2,5 por ciento de la población femenina en edad laboral activa de la Comunidad, entre los 16 años y la edad de jubilación, trabaja en el campo mientras que, en el caso de los hombres, se eleva hasta el 9,6 por ciento.
La diferencia, de más de siete puntos, convierte a Castilla y León en el tercer territorio con mayor brecha entre el porcentaje de hombres y el de mujeres ocupados en el sector primario, tan solo por detrás de Extremadura, con una diferencia de más de 11 puntos, y la Región de Murcia, con 8,3 puntos porcentuales de disparidad.
Así lo recoge el informe sobre el diagnóstico de la mano de obra agraria con perspectiva de género, realizado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y consultado por Ical, que sitúa a Castilla y León como la cuarta comunidad con un mayor porcentaje de su población activa dedicada al sector primario (6,4 por ciento), una posición que se repite en el caso de los hombres, cuyo porcentaje está casi cuatro puntos por encima de la media nacional del 5,7 por ciento.
Sin embargo, entre las mujeres, Castilla y León baja hasta el séptimo lugar, con un 2,5 por ciento que apenas se distancia dos décimas de la media nacional (2,3 por ciento) y que se sitúa por detrás de la representatividad que la mujer agraria tiene sobre el total de la población femenina activa en Andalucía (6,3 por ciento), Murcia (6,2 por ciento), Extremadura (4,8 por ciento), Galicia y Castilla-La Mancha (3,2 por ciento) y La Rioja (2,9 por ciento).
La presencia de mujeres sale perdiendo al analizar la diferencia entre sexos sobre la ratio entre empresariado y población ocupada en el sector primario por comunidades, mientras que, por el contrario, las mujeres que colaboran bajo la modalidad de ayuda familiar se concentran en mayor proporción en Castilla y León junto a comunidades como Aragón, Baleares o Cataluña. No se aprecian diferencias, por su parte, entre sexos si se analiza la ratio entre población asalariada y población ocupada en el sector primario en Castilla y León.
En cuanto a las personas desempleadas en el sector agrario, representan el 6,7 por ciento del total de ciudadanos activos, con un 33,9 por ciento correspondiente a las mujeres en edad activa del sector primario y un 66,1 por ciento de hombres. Estos resultados arrojan una tasa de desempleo 7,2 puntos porcentuales mayor para las mujeres que para los hombres, al comparar la tasa con el porcentaje de la población de cada género que pertenece al sector primario, lo que perpetúa la brecha en el campo castellano y leonés, recoge Ical.
Baja presencia en cooperativas
Otro de los ámbitos del sector primario donde continúa la brecha de género en Castilla y León es el de las cooperativas, ya que frente a comunidades como Galicia, La Rioja o Andalucía, donde el porcentaje de mujeres socias de primer grado es del 44, el 33 y el 32 por ciento, respectivamente, en territorio castellano y leonés se reduce a un 18 por ciento, lo que sitúa a la Comunidad a la cola nacional con Aragón y tan solo por encima de Cantabria (seis por ciento).
La situación no mejora si se atiende a la presencia de mujeres en consejos rectores de cooperativas agrarias, donde es de apenas un ocho por ciento, más de punto y medio por debajo de la media nacional (9,6 por ciento) y muy por detrás de País Vasco (31 por ciento), Galicia (23 por ciento) o Asturias (21 por ciento); o si se observa la cantidad de mujeres de Castilla y León que presiden estos órganos, de solo un dos por ciento, a la cola nacional junto a Aragón (dos por ciento) y Cantabria (sin presencia de mujeres) y menos de la mitad que la media del país (4,5 por ciento).
Eso sí, la presencia de mujeres en los órganos de dirección de las cooperativas agrarias de Castilla y León, cifrada en un 17 por ciento, está tres puntos y medio por encima de la media del conjunto de España (13,5 por ciento), aunque sigue por detrás de más de la mitad de las comunidades españolas.
Más en viñedo, menos en ganadería
Por jefatura de la explotación, la presencia de las mujeres en Castilla y León revierte en parte la brecha de género, al suponer el 28,1 por ciento, menos de un punto por debajo de la media nacional (29 por ciento) y tan solo por detrás de Galicia, donde la paridad es casi total (48 por ciento de mujeres y 52 por ciento de hombres), Asturias (44,5 por ciento), Cantabria (33,5 por ciento) y Andalucía (29 por ciento).
Sin embargo, las diferencias se observan por cultivo. Y es que la presencia de las mujeres jefas de explotación agraria en Castilla y León es más representativa en vitivinicultura y olivar (31,4 por ciento), cultivos leñosos (30,7 por ciento) y frutales, bayas y cítricos (30,2 por ciento), mientras que se reduce por debajo del 20 por ciento en la mayoría de las actividades ganaderas: bovino de leche (10 por ciento), ovino y caprino (13,9 por ciento) y porcino (15,8 por ciento). Solo superan la barrera del 20 por ciento las aves (22,9 por ciento) y el bovino de cría y carne (21,8 por ciento).
En el entorno de la media autonómica de mujeres jefas de explotación se ubican los cereales, las oleaginosas y las leguminosas (22,9 por ciento), la horticultura de invernadero (24,2 por ciento), la horticultura al aire libre (27,3 por ciento) y los policultivos (24 por ciento).
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