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El Consejo de Enfermería pide a la Consejería más reuniones para agilizar los datos sobre agresiones a sanitarios
La entidad colegial lamenta que en el 2024 se denunciaron un total de 359 agresiones en Castilla y León y reclama mayor implicación y un registro más ágil, abierto y transparente
El presidente del Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla y León, Enrique Ruiz Forner lamenta que en 2024 se denunciaron un total de 359 agresiones a enfermeras en la comunidad, según los datos del Observatorio de Agresiones del Consejo General de Enfermería (CGE), lo que supone que cada día se producen al menos una agresión a enfermeras y enfermeros en la región. A estas cifras habría que incluir los casos de agresiones que se producen en la sanidad privada y que no se reflejan en el informe aportado por la consejería de Sanidad, "lo que demuestra que es preciso mejorar la forma de registrar estos incidentes", ha constatado Ruiz Forner.
Como apunta el presidente del Consejo de Enfermería de Castilla y León "debe haber una mayor coordinación y transparencia en el acceso a los datos. Los servicios de salud registran las agresiones que se producen en la región, pero sólo en el ámbito público. La Sanidad privada también debería notificar los incidentes que se registran en este entorno y trasladarlos tanto a la consejería de Sanidad como a los colegios de enfermería, para que la información fluya mejor y tengamos un mayor conocimiento de la realidad y, por lo tanto, poder adoptar medidas que puedan ser más efectivas para su prevención".
Trabajar en condiciones seguridad
De esta forma Ruiz Forner plantea como "lo que no se registra no se conoce y, en consecuencia, no existe y no se puede luchar contra ello. Los datos nos vuelven a demostrar que hay una infra notificación de sucesos, especialmente de amenazas y violencia verbal, que al final quedan impunes. De ahí que el registro, la notificación y la denuncia ante todos los estamentos sean tan importantes: ante cualquier tipo de agresión no nos podemos quedar callados. Hay que tener tolerancia cero contra los agresores y que la administración y los gestores de centros sanitarios privados garanticen la seguridad de los profesionales que allí desempeñan su actividad laboral, a sabiendas que a veces las enfermeras no comunican todos los actos violentos porque creen que la denuncien les va a exponer más ante el agresor".
"Según los últimos datos del Observatorio de Agresiones del CGE, correspondientes al año 2024, por comunidades autónomas, Andalucía es la que ha registro un mayor número de estos sucesos, con 546, seguida de Baleares con 380 y Castilla y León con 359, lo que nos hace pensar que hay que insistir en que las enfermeras denuncien cualquier tipo de agresión verbal o física para que los violentos sepan que nuestros servicios jurídicos serán contundentes ante este tipo de actuación", ha señalado Ruiz Forner.
Agredir a una enfermera es un delito
La entidad colegial recuerda que este tipo de agresiones son consideradas delitos y pueden acarrear penas de prisión y multas y que las enfermeras de Castilla y León se enfrentan cada día a hacer su trabajo con una presión asistencial brutal debido al déficit crónico de profesionales que arrastra nuestra región. Para Ruiz Forner "los enfermeros y enfermeras no somos responsables de los males del sistema, de las demoras en la atención, de la falta de recursos, de no poder atender sus expectativas y que una muestra tan incívica como es la agresión a un profesional tiene consecuencias penales".
Consecuencias
Tampoco hay que olvidar el que hecho de que para el profesional sanitario que sufre una agresión ya sea verbal o física, "le supone mucha frustración y preocupación, también le puede provocar una baja laboral y afectarle a nivel profesional en la forma de desarrollar su actividad, pues muchas veces quien sufre una agresión piensa que ha hecho algo mal, cuando realmente es una situación que no tiene que ver con la actitud o con la profesionalidad de esa compañera, sino que el estrés y la ansiedad que padece un paciente o un familiar por no ver satisfechas sus expectativas por la deficiencias del sistema y no por la actuación concreta de un profesional", ha subrayado Ruiz Forner.
Como ha resaltado el presidente del Consejo de Enfermería, en todo caso "queremos dejar muy claro a las enfermeras y enfermeros que no están solos, que ante cualquier agresión, amenaza, insulto o acoso van a encontrar todo el apoyo en sus colegios profesionales y, por supuesto, en la Policía Nacional y la Guardia Civil".
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