Un brillante Arda Güler lideró con un gol y una asistencia el 3-2 del Real Madrid, que llegó a ir ganando por tres goles antes de sufrir por la reacción del Celta liderada por Aspas.
Argentina se quita los fantasmas y alza su tercera Copa del Mundo
Superó a Francia en la tanda de penaltis tras empatar a tres en los 90 minutos reglamentarios
La selección de Argentina se ha proclamado campeona del mundo por tercera vez en su historia después de superar este domingo a Francia en la tanda de penaltis de la final del Mundial de Catar (3-3, 4-2 en los penaltis), un encuentro en el que llegó a desperdiciar un 2-0 al descanso y en el que, desde los once metros, se volvió a convertir en la reina del planeta fútbol tres décadas más tarde.
Leo Messi, de penalti, y Ángel Di María, adelantaron al combinado de Lionel Scaloni antes del intermedio, pero un minuto de inspiración de Kylian Mbappé (min.80 y 81) condenó al partido al tiempo extra. Fue allí donde su compañero en el PSG, capturando un rechace a disparo de Lautaro Martínez, volvió poner por delante a los de Lionel Scaloni en el minuto 109, y de nuevo el astro francés, completando su 'hat-trick', forzó los penaltis, donde la albiceleste se impuso.
36 años después de que Diego Armando Maradona se abrazase al trofeo dorado en el Estadio Azteca, la 'Pulga' se hizo eterno para alzar al cielo de Lusail, a sus 35 años, la ansiada copa que, ahora sí, le pone a la altura del 'Pelusa' para sus compatriotas. Un sincero y emotivo homenaje al eterno '10', fallecido en 2020.
Con ello, la albiceleste celebra a lo grande su tercer entorchado (1978, 1986 y 2022) y rompe la maldición del campeón de la Copa América, que nunca hasta ahora había sido capaz de conquistar el siguiente Mundial. Mientras, Francia se queda sin la posibilidad de revalidar el título, algo que consiguió por última vez la Brasil de Pelé en 1958 y 1962.
Los blanquivioletas, ya descendidos, se fueron al descanso ganando por 1-0
Oblak y Guevara evitaron los goles en un duelo trabado en Mendizorroza donde el VAR, el desacierto ofensivo y la falta de ritmo marcaron el 0-0 final
El técnico italiano no aclaró su destino, pero dejó claro cómo se siente: “Estoy muy bien, muy tranquilo y feliz