El polideportivo de Los Pajaritos encara su recta final de obras y estará listo para reabrirse en septiembre, coincidiendo con los primeros partidos del Río Duero Soria. Así lo confirmó este martes el alcalde de la ciudad, Carlos Martínez, durante una visita a las instalaciones, donde comprobó el avance de los trabajos.

Las obras, que concluirán el próximo 15 de agosto, han supuesto una profunda transformación del recinto tras más de 25 años de uso. "Se trata de un cambio de imagen evidente, pero también de una modernización completa de los servicios, el revestimiento y la estructura del pabellón", destacó el alcalde, quien quiso agradecer "la colaboración de la empresa adjudicataria, los clubes y los trabajadores para coordinar la obra sin interferir en los calendarios deportivos".

Entre las mejoras destacan los nuevos marcadores electrónicos, el pintado y refuerzo del pavimento, así como las gradas retráctiles, que permitirán añadir 230 plazas adicionales. "Ese plus de cercanía con el público refuerza el factor ‘casa’ para nuestros jugadores", señaló Martínez.

Además, la actuación ha puesto el foco en la sostenibilidad, con una reducción estimada del consumo energético de más del 50 %, gracias a la mejora de los aislamientos y a la próxima instalación de placas solares para el autoabastecimiento energético del recinto.

El concejal de Deportes, Manuel Salvador, también puso fecha al regreso de la actividad. "La idea es que a partir del 15 de agosto o como muy tarde el 1 de septiembre ya puedan entrenar en el pabellón y reabrirlo con los amistosos o incluso con la Copa Ibérica, si finalmente Soria es sede". Salvador destacó además que la pista tendrá un diseño muy reconocible: "Hablamos de una cancha tipo NBA o universitaria, que se identificará nada más verla, sobre todo en las retransmisiones".

Por último, el alcalde confirmó que esta misma semana comenzarán las obras de renaturalización del aparcamiento anexo, una actuación que supondrá 560.000 euros de inversión y afectará a más de 3.000 metros cuadrados, una vez desmontadas las instalaciones de las ferias.