El Almazán acarició su primera victoria en casa, pero un penalti transformado por Pablo en el minuto 88 privó al conjunto soriano de los tres puntos ante un Becerril que apenas había generado peligro hasta entonces. El empate dejó una sensación amarga en la Ciudad Deportiva, donde los locales fueron superiores en la primera mitad pero no supieron cerrar un partido que se les escapó en los instantes finales.

El encuentro arrancó con dominio claro del Almazán. Bien asentado en el centro del campo, el equipo de casa marcó el ritmo con un fútbol directo y vertical. Su insistencia encontró pronto premio: en el minuto 16, Ibra rompió por la banda izquierda y sirvió un centro medido al segundo palo que Ebri, llegando desde atrás, convirtió en el 1-0. El gol reflejaba lo visto hasta entonces, con un Becerril sin centro del campo y sin capacidad de generar juego en campo contrario.

El conjunto adnamantino siguió empujando y pudo ampliar la renta con otra ocasión clara. De nuevo Ibra, muy activo, remató forzado dentro del área en el minuto 34, pero se topó con la buena parada de Sevi. Fue una de las pocas veces que el portero visitante tuvo que intervenir en una primera parte en la que el Almazán llevó el peso del juego y generó más ocasiones, aunque no pudo traducirlas en un segundo gol que habría encarrilado el choque.

El paso por vestuarios cambió la dinámica. El Becerril adelantó líneas, se hizo con la posesión y obligó al Almazán a jugar a la contra, recurriendo a balones largos sin apenas presencia en la medular. El empuje visitante encontró resistencia en una defensa soriana bien plantada, pero poco a poco los de casa fueron cediendo terreno. Los cambios no lograron revitalizar a un equipo que, con el paso de los minutos, fue perdiendo frescura y claridad ofensiva.

El castigo llegó en el tramo final. A falta de dos minutos para el 90, una mano dentro del área fue sancionada con penalti. Pablo no falló desde los once metros y devolvió la igualdad en el marcador. El tanto fue un jarro de agua fría para un Almazán que había controlado buena parte del encuentro y que veía cómo se le escapaban dos puntos en el desenlace.

Los últimos minutos no dieron margen a la reacción. Con el marcador ya equilibrado, el Almazán trató de empujar con más corazón que cabeza, pero no encontró la manera de volver a adelantarse. El pitido final certificó un empate que sabe a poco para un equipo que, por lo mostrado en la primera parte, había hecho méritos para ganar.

El conjunto adnamantino deberá aprender de la desconexión tras el descanso y de la falta de acierto en los metros finales. La solidez defensiva de la primera mitad y la capacidad de generar ocasiones claras fueron los aspectos positivos, pero la irregularidad en el segundo tiempo acabó pasando factura.

El Almazán suma un nuevo empate que le mantiene sin conocer la victoria en este arranque de campeonato. El resultado deja un regusto amargo, porque el equipo acariciaba el triunfo, pero también sirve de aviso para encarar los próximos compromisos con mayor constancia y concentración.

SD Almazán: Varea; Losi, Ayoub (Oscar, min. 90), Isla (De Frutos, min. 46), Víctor; Junyent, Marcos Gil, Hugo (Albitre, min. 75); Ebri, Ibra y Hame (Villanueva, min. 64).

 Becerril: Sevi; Adrián Pérez (Carlos García, min. 63), Mark, Sierra, Arranz; Pablo, Simal, Amado (Caminero, min. 79), Diego Martín (Monte, min. 46); Isma y David (Bonalde, min. 63)

Árbitro: Moisés Nehme (Comité castellanoleonés). Amonestó con tarjeta amarilla a Losi, Marcos Gil y Oscar, y a los visitantes a Bonalde y Sierra.

 Goles: 1-0 Ebri remata segundo palo (min. 16). 1-1 Pablo de penalti (min. 89)