Soria vivió una jornada de orgullo y gratitud hacia la Guardia Civil con motivo de la festividad de la Virgen del Pilar, patrona del Cuerpo. Desde primeras horas de la mañana, el ambiente en el centro de la ciudad estuvo marcado por la presencia de uniformes, música y emoción compartida.

La conmemoración comenzó con una misa solemne en la parroquia de El Salvador, donde se recordó a los guardias civiles fallecidos y se rindió tributo a su entrega. Entre los asistentes se encontraban mandos del Instituto Armado, autoridades locales y numerosos vecinos que quisieron acompañarles en esta fecha señalada.

Tras el oficio religioso, la plaza Mariano Granados se convirtió en punto de encuentro para el acto institucional. La Banda Municipal de Música puso el acompañamiento sonoro a una ceremonia que combinó protocolo militar y sentimiento popular. Los asistentes presenciaron el alzado de la enseña nacional, la entrega de condecoraciones a agentes destacados por su trayectoria y un homenaje a los caídos que tiñó el ambiente de respeto y silencio.

El teniente coronel jefe de la Comandancia y el subdelegado del Gobierno en Soria intervinieron para reconocer la labor de quienes, con discreción y sacrificio diario, velan por la seguridad en pueblos y carreteras. El acto concluyó con un desfile en el que participaron diferentes unidades, seguido con aplausos por el público reunido en la plaza.

Desde la Comandancia de Soria se expresó agradecimiento a todos los vecinos que quisieron compartir esta celebración, símbolo de unión entre la ciudadanía y la institución. Fue, en definitiva, una fiesta de orgullo, memoria y servicio que reafirmó el vínculo histórico entre Soria y la Guardia Civil.