El supuesto caso de acoso sexual del exdirigente socialista Paco Salazar ha removido los cimientos de Ferraz, cuya gestión de las dos denuncias anónimas contra el también exasesor de Moncloa ha provocado "cabreo" y "decepción" en varias federaciones regionales de la formación.

"Es un día difícil para el partido", reconocen en Ferraz sobre una jornada en la que el asunto ha copado las portadas y, también ha propiciado los ataques de la oposición.

Los socialistas no ocultan el golpe a la imagen de la formación y a la confianza de un electorado, el femenino, que saben clave.

Tampoco omiten lo incómodo del momento actual, tras varios días en los que el caso del exdirigente del PSOE ha ido ganando peso dentro del partido y en los medios de comunicación una vez que el 'Eldiario.es' reveló que las denuncias anónimas presentadas en julio contra Salazar habían desaparecido del canal interno del partido.

No obstante, fuentes socialistas defienden la actuación de la formación al haberlo apartado una vez conocidas las acusaciones, al tiempo que se abrió una investigación.

Públicamente varias dirigentes del PSOE han expresado su malestar por este caso y han exigido a la dirección del partido explicaciones convincentes y actuar con premura para dar respuesta a las denunciantes.

En privado reconocen el mal ambiente generado en las federaciones regionales, que ayer miércoles trasladaron su inquietud a la responsable de Igualdad del partido, Pilar Bernabé, en una reunión telemática convocada de manera exprés que no sirvió para apaciguar las aguas.

"Quiero que todo quede muy claro, negro sobre blanco", ha reclamado hoy la diputada socialista y portavoz del PSOE en la Comisión de Igualdad del Congreso, Andrea Fernández, que ocupó el cargo de secretaria de Igualdad en el partido de finales de 2021 a principios de 2024.

En esos términos se ha expresado también la que fuera vicesecretaria general del PSOE Adriana Lastra, actual delegada del Gobierno en Asturias, quien ha exigido al partido que, una vez que el Comité Antiacoso acabe sus averiguaciones, las ponga en conocimiento de la Fiscalía.

Todo ello en el mismo día en el que la Fiscalía de Violencia sobre la Mujer de Málaga ha abierto diligencias preprocesales tras la denuncia presentada por una militante socialista contra el líder del PSOE en Torremolinos, Antonio Navarro, por presunto acoso sexual.

"Lo que hay, sobre todo, es cabreo"

Fuentes del grupo parlamentario socialista en el Congreso aseguran que lo que se siente es "sobre todo, cabreo" tras conocer la nuevas revelaciones que han llevado a alguna dirigente a quejarse de que la dirección no estaba haciendo "nada" para dar respuesta a las denuncias de las militantes.

Ya cuando salieron a la luz las conversaciones sobre mujeres del ex secretario de Organización José Luis Ábalos, recuerdan estas fuentes, los sectores más exigentes con los valores feministas del PSOE hicieron "de tripas corazón" y dieron por buenos los argumentos de Ferraz, que aseveraba que estos casos solo afectaban a un reducido grupo de personas.

Después se convocó un Comité Federal que eligió la nueva dirección del partido "y aparece Salazar", lamentan las mismas fuentes, que enfatizan su gran "decepción" con la manera en que Ferraz ha gestionado el caso.

Solo queda llevarlo a la Fiscalía

Coinciden también en que lo único que puede hacer ya el PSOE como partido es poner en conocimiento de la Fiscalía el resultado de la investigación interna. Con Salazar fuera de la formación, de la que se dio de baja de manera voluntaria la semana pasada, ya no pueden hacer más, remarcan.

Solo llevándolo ante la justicia, agregan, se calmarán las aguas: "El objetivo de la reunión de ayer era apaciguar los ánimos, pero no llegó a buen puerto. Les guste o no, la única solución es llevarlo a la justicia".

Por delante, recuerdan, el PSOE se juega mucho. Preservar su identidad feminista y conservar el electorado femenino.