"El gobierno de Mañueco tiene muchas asignaturas pendientes", denuncian los representantes socialistas Javier García y Fernando Pablos
El Incibe contará con una segunda torre de 5.400 metros, que estará lista a finales de 2026
Arrancan las obras de remodelación de la fachada del edificio principal, dentro de un proyecto global presupuestado en 12 millones
El Instituto Nacional de Ciberseguridad, con sede en León, contará con una segunda torre en el segundo semestre de 2026.
El nuevo edificio estará conectado con el actual y tendrá 5.400 metros cuadrados de superficie que se distribuyen en un formato muy similar al existente, con cuatro plantas y azotea.
El nuevo proyecto, que nace debido al crecimiento que ha experimentado el Incibe, y que se ejecutará con materiales tecnológicamente avanzados para cumplir con los más altos estándares de eficiencia energética, albergará laboratorios técnicos de ciberseguridad para diferentes sectores e iniciativas.
Dentro del plan de modernización de sus instalaciones, cuyo presupuesto global asciende a 12 millones, se anuncia como primer paso el inicio de la retirada de la malla de cobre del edificio principal, al que se dotará de una nueva 'piel', siguiendo el modelo de la segunda torre.
Este diseño vanguardista no sólo mejorará la estética del recinto, sino que también contribuirá a la eficiencia energética y al rendimiento global de las instalaciones, según subrayan desde el Incibe.
Tanto las obras de esta segunda torre como la de la doble fachada del edificio actual están programadas para comenzar en junio de 2025.
La institución subraya su compromiso de garantizar que los cambios no afecten las operaciones diarias y que el proceso de modernización se realice de manera fluida y eficiente.
El líder del PSOE en Castilla y León reclama un cuerpo profesional de bomberos y critica la "inacción" del presidente autonómico
La Fiscalía advierte de un repunte de denuncias de padres contra hijos inimputables y de problemas asociados al uso excesivo de tecnologías
El Consejo de Cuentas advierte que la mitad de la deuda deberá amortizarse en apenas cinco años