El secretario general del PSOE de Castilla y León, Carlos Martínez, aseguró este martes que se mantendrá como alcalde de Soria "hasta el último minuto", y dejará su responsabilidad municipal cuando llegue el momento de tomar posesión como presidente de la Junta, un extremo que confesó está revisando, tras ser preguntado si dejará de ser regidor cuando se convoquen las próximas elecciones autonómicas, que a su juicio se celebrarán en marzo, recoge Ical. 

En el foro 'Conversaciones Políticas', Carlos Martínez confesó que le "gusta mucho ser alcalde" de su ciudad, que dejará cuando llegue el momento de la toma de posesión, ya que reconoció que se intuye que será el candidato a la Presidencia de la Comunidad, pero no quiso darlo por hecho para ser "respetuoso" con los tiempos del partido. Su disposición personal, apuntó, es "tirar del carro" y añadió que hay "grandes referentes" en la familia socialista de Castilla y León.

Tras unos meses "muy intensos" al frente del PSCyL, se mostró convencido de que podrán ganar las elecciones al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, "el más flojo" de la historia de la Comunidad, a pesar del "fuego amigo" y "enemigo" o de los "errores no forzados", por lo que añadió le preocupa que no estén "centrados". Además, confesó que le obsesiona configurar un equipo, un "ejército romano", para invitar a los castellanos y leoneses a atreverse al cambio político.

En ese sentido, Carlos Martínez aseguró que el PP no va a poder gobernar "jamás" la Comunidad sin la "muletilla" de Vox porque apostilló que "esto ha cambiado". En su opinión, el PSOE es el único que ofrece una alternativa a la suma de PP y la "extrema derecha", a su juicio un "caballo de Troya" para la democracia y las instituciones, más allá de los "nacionalismos de campanario" o identitarios. Por ello, insistió en que acuden a las elecciones con "humildad" y "honestidad" y añadió que posteriormente asumirán los resultados que obtengan.

"¿Cómo no vamos a ganarle, si no está haciendo nada?", dijo Carlos Martínez quien aseguró que no minusvaloraba a Fernández Mañueco, que insistió está "muy cómodo en el diván" y "preside pero no gobierna". No obstante, recoge Ical, reconoció que el presidente de la Comunidad y del PPCyL es un "mago" de la "distracción" porque actúa como un "insecto palo" que se "mimetiza con el ambiente". "Cuando quieres darte cuenta se te ha metido en casa", apostilló el socialista, quien le recriminó sus comparecencias, sin preguntas, desde el "púlpito". "No sale en el plasma, pero sale plasmado en todos los sitios", agregó. 

Asimismo, el secretario autonómico del PSOE precisó que "cuando uno está cansado, mejor que se vaya al banquillo" y auguró que los 'populares' de Castilla y León le queda "mucho banquillo" en una comunidad en la que denunció no ha habido alternancia política en 37 años y "ya no caben más excusas". De esta forma, apostó por movilizar al electorado socialista, a través del cuerpo municipal, para vencer al PP de Fernández Mañueco, que cree no adelantará las elecciones y esperará al fin de la legislatura en marzo. 

También, señaló que el presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, un hombre como una "roca", no convocará elecciones generales anticipadas, una opción que Fernández Mañueco ha señalado que aprovecharía para celebrar las autonómicas de Castilla y León. De esta forma, criticó que el PP pretenda convertir los comicios de la Comunidad en un "plebiscito" a las políticas del Ejecutivo central y añadió que si de él dependiera juntaría las municipales y las generales de 2027.

Hoja de ruta

Ante este escenario, el secretario general del PSCyL señaló que los socialistas seguirán su "hoja de ruta" porque el presidente de la Junta está "como loco" por no analizar su legado de estos años y profundizar en la rendición de cuentas. "Es la nada", recalcó Carlos Martínez, quien alertó del riesgo de que la Comunidad siga siendo un territorio "invisible" para el resto del país, en el que además sus dirigentes se hacen "trampas al desarrollo" utilizando sólo indicadores estadísticos "fríos" como la renta per cápita. "Al final seremos los más ricos del cementerio", aseveró.

De esta forma, Martínez indicó que mantiene su compromiso de dejar gobernar al partido más votado, pero hizo una matización. "Yo soy de acuerdos, pero yo no soy idiota", dijo para explicar que tiende la mano, pero tiene que encontrar respuesta al otro lado para que exista ese pacto. Además, aludió a los acuerdos que ha ofrecido sobre presupuestos o sobre la crisis arancelaria, que consideró deberían extender a los asuntos de Comunidad.

Igualmente, aseguró que ha pedido a los miembros del Grupo Socialista de las Cortes que se quiten la "camiseta" de su provincia y se pongan la de la Comunidad, al tiempo que consideró deben hacer un ejercicio de "empatía" y entender que habrá que priorizar las inversiones en los territorios con más desequilibrios. Además, les pidió que ofrezcan alternativas en sus críticas a la labor de la Junta sin buscar el interés "cortoplacista", aplicando una política "útil" que se diferencie de la "crispación". 

"Castilla y León necesita un cambio y hay que atreverse a hacer ese cambio", apostilló, porque en su opinión la Junta está dejando "pasar demasiadas oportunidades" y está "perdiendo muchos trenes", porque no se están aprovechando los fondos europeos o la transición energética. A su juicio todo ello necesita "un gobierno que gobierne" para lo que pidió salir de la zona de "confort" y dar la posibilidad a los socialistas de gobernar, porque señaló el tiempo dirá, en ese caso, si han acertado o se han equivocado, recoge Ical.