La hostelería soriana celebró este martes su día grande con la entrega de los XI Premios Asohtur, organizados por la Agrupación Soriana de Hostelería y Turismo, coincidiendo con la festividad de Santa Marta, patrona del sector. El acto, marcado por la emoción y los homenajes, sirvió para distinguir a tres nombres emblemáticos de la gastronomía provincial: el restaurante Duque de Medinaceli, el Hotel Restaurante Virrey Palafox de El Burgo de Osma y el cocinero Millán Maroto.

La jornada reunió a profesionales del sector, autoridades y representantes institucionales, y sirvió además como marco para el relevo en la presidencia de Asohtur, con la salida de Pablo Cabezón Cascante y la entrada de Beatriz Martínez Pascual como nueva presidenta.

Ambos coincidieron en destacar la importancia de estos premios como "reconocimiento al trabajo diario que dinamiza la economía y cultura de la provincia".

Premios con raíces locales y proyección nacional

El Premio Establecimiento Hostelero 2025 recayó en el restaurante Duque de Medinaceli, gestionado por Ángel Cortés y Laura Luna, quienes han sabido fusionar tradición local e innovación culinaria desde que regresaron a la localidad tras años de formación en cocinas de prestigio. "Mi padre creyó en nosotros desde el primer momento", recordó emocionado Cortés, en un homenaje compartido con sus padres, Ángel Cortés y Esther Huerta, fundadores del negocio.

El Premio Empresario Hostelero 2025 fue para la familia Martínez Soto, del Virrey Palafox de El Burgo de Osma, por su trayectoria ligada a las Jornadas de la Matanza y su papel como motor económico y cultural de la comarca. "Nuestro compromiso con la contratación local y la creación de experiencias únicas continúa ahora con el proyecto en el Monasterio de La Vid", señalaron Félix Martínez Soto y Armando García González.

La Mención Especial fue para el cocinero Millán Maroto Cano, pionero de la cocina micológica en Soria y referente en la difusión del uso de setas y trufas. Su restaurante Maroto fue durante años un símbolo del territorio. "Ha sido un embajador de la cocina con alma y un formador incansable", destacó el jurado, recordando también su papel como fundador de la Asociación de Cocineros de Castilla y León.

Emotivo homenaje a jubilados y fallecidos del sector

El acto incluyó un momento de recuerdo a los hosteleros fallecidos y jubilados durante el último año. Uno de los pasajes más emotivos fue el homenaje a Carlos Pescador Pérez, del restaurante Santo Domingo II, fallecido el pasado 10 de octubre.

Asimismo, se entregaron placas conmemorativas a Gregorio Pérez Palud, del Mesón Laguna Negra de Vinuesa, y a Aurelio Cabezón del Río, del Hotel Rural Los Villares, como símbolo del agradecimiento del sector a quienes han dedicado su vida a la hostelería.