La Sociedad Española de Antropología y Tradiciones Populares ha concedido el Premio Nacional de Tradiciones Populares 2025 a la Asociación de Amigos de Sarnago, en reconocimiento a su "incansable labor" en la conservación, recuperación y difusión del patrimonio cultural inmaterial, con especial atención a la fiesta de las Móndidas y El Ramo, una de las tradiciones más singulares y antiguas del norte de la provincia de Soria.

El galardón fue acordado por unanimidad en la Asamblea General celebrada el 10 de octubre en Madrid, y distingue a una entidad que, desde su creación en 1980, ha trabajado por devolver la vida, la memoria y la dignidad a un pueblo que fue víctima del abandono y la despoblación. Sarnago, como muchos otros de Tierras Altas, quedó vacío a mediados del siglo XX, pero un grupo de antiguos vecinos y descendientes decidió reconstruirlo piedra a piedra, tradición a tradición.

La fiesta de las Móndidas hunde sus raíces en tiempos prerromanos y está vinculada a ritos de fertilidad y al solsticio de verano. Cada mes de agosto, tres jóvenes del pueblo portan sobre la cabeza una móndida —un cesto adornado con cintas de colores, flores y una hogaza de pan azafranado coronada con el urbujuelo—, símbolo del fruto de la tierra, del esfuerzo compartido y de la continuidad de la vida.

Esta celebración, que desapareció tras el éxodo rural, fue recuperada por la Asociación en los años 80 y desde entonces se celebra cada verano con la participación de vecinos, descendientes y visitantes, convirtiéndose en un símbolo de identidad, orgullo y resistencia cultural.

La presidenta de la Sociedad Española de Antropología y Tradiciones Populares, Mercedes Pullman, tiene previsto desplazarse próximamente a Sarnago para hacer entrega oficial del premio y el diploma acreditativo.

Este reconocimiento supone una "enorme alegría y un impulso moral" para todos los que han participado en la recuperación del pueblo: socios, vecinos, descendientes y colaboradores, que han demostrado que el mundo rural, lejos de ser un espacio perdido, es un lugar lleno de futuro siempre que se preserve su cultura.