El director de orquesta soriano Alejandro Cantalapiedra ha sido seleccionado para la fase final del Concurso de Dirección de Orquesta de Ginebra, uno de los certámenes internacionales más prestigiosos para jóvenes batutas, tras superar una exigente preselección en la que participaron más de 150 aspirantes de todo el mundo. La final se celebrará en noviembre de 2026.

El propio músico ha expresado su satisfacción por alcanzar esta fase decisiva de una competición que supone un importante trampolín profesional. "Llegar a la final de este concurso es muy importante para el currículum de un músico, ya que después las ofertas de trabajo se multiplican", ha reconocido. Además del premio económico, el certamen ofrece visibilidad internacional y la posibilidad de dirigir algunas de las mejores orquestas del mundo.

El Concours de Genève, que celebra su 79ª edición, está considerado una de las plataformas más relevantes para jóvenes directores y, a lo largo de su historia, ha impulsado carreras como la de Alan Gilbert. En esta edición, además, el certamen recupera la modalidad de dirección orquestal por primera vez en tres décadas.

De los 24 candidatos que alcanzaron las rondas previas, solo seis directores han logrado pasar a la semifinal, donde deberán enfrentarse a obras de Mahler, Debussy o Chin, al frente de formaciones de primer nivel como la Orchestre de la Suisse Romande y el Ensemble Contrechamps. Hasta conocer al ganador, los finalistas participarán durante un año en un intenso programa de encuentros, conciertos y formación especializada.

Cantalapiedra ha explicado que la labor de un director "es muy complicada", ya que no se centra en un único instrumento, sino en "el ritmo, la gestión de los tiempos y tener mucha entereza para saber manejar situaciones imprevistas".

Con 31 años, el director soriano se está consolidando en el panorama europeo gracias a una visión estructural de la música y a una musicalidad carismática. Desde la temporada 2023-24 es director asistente de la Orquesta Filarmónica de los Países Bajos y de la Ópera Nacional de los Países Bajos, y debutó en el Concertgebouw de Ámsterdam en 2022. Además, es director titular de la Toonkunstkoor de Ámsterdam y de la Joven Orquesta de Utrecht, y fue fundador y director de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Politécnica de Madrid.

Pese a su trayectoria internacional, el origen de este éxito está en el Conservatorio de Música de Soria, una etapa que recuerda con especial cariño. "Fue donde descubrí la pasión por la música", ha señalado, destacando "el buen ambiente y la gran calidad de los profesores", que hicieron de aquellos años "una de las épocas más bonitas de mi vida".

El director reconoce que "Soria no ofrece muchas oportunidades para evolucionar como músico", lo que le llevó a continuar su formación fuera, aunque mantiene un fuerte vínculo con la provincia. "A mí me encanta Soria y, si pudiera, vendría a vivir aquí, a mi tierra", ha afirmado, subrayando "la paz y la calidad de vida" que ofrece. "Es de donde soy, de donde he mamado la música, y ser castellano se lleva siempre", ha añadido.

Como consejo a los jóvenes músicos, Cantalapiedra anima a buscar nuevas experiencias y conocer mundo. "Un buen director necesita curtirse de vivencias, conocer gente y culturas para ampliar su cultura musical", ha concluido, convencido de que "los sueños hay que perseguirlos porque muchas veces no son inalcanzables".