La zona más afectada por los fuegos es el sur de la provincia abulense
Los incendios forestales castigan a la provincia de Ávila en las últimas décadas
La zona más afectada por los fuegos es el sur de la provincia abulense
La provincia de Ávila se ha visto especialmente castigada en las últimas décadas por los incendios forestales, destacando el de agosto del 2021, con algo más de 22.000 hectáreas arrasadas en la Sierra de la Paramera, uno de los de mayor extensión de la historia de Castilla y León y de España.
El más reciente ha sido el del municipio de Navaluenga que, tras declararse el pasado viernes a las 14'10 horas, ha quedado controlado en torno a las 12.45 horas de este domingo, después de haber arrasado en torno a 1.500 hectáreas, distribuidas en un perímetro de 26 kilómetros -9 kilómetros de largo por 2 de ancho-.
En ninguno de estos dos incendios ha habido que lamentar víctimas mortales, a diferencia de otros en los que sí se produjeron pérdidas de vidas humanas, como el que tuvo lugar en 2009 en la zona de Arenas de San Pedro, al sur de la provincia, con dos muertos.
Aquel fuego, que también arrancó con especial virulencia en las inmediaciones del santuario de San pedro de Alcántara y se extendió bosque arriba por las estribaciones de la zona sur de la Sierra de Gredos, provocó igualmente cuantiosos daños materiales y medioambientales en 7 municipios en los que arrasó 4.200 hectáreas, la mayoría arboladas.
Pero si hay un municipio que ha sufrido especialmente el zarpazo de los incendios es el de Pedro Bernardo que, como Arenas de San Pedro, se encuentra situado en la zona sur de Ávila, en la comarca del Valle del Tiétar, una de las más sensibles de Castilla y León desde el punto de vista medioambiental.
El denominado Balcón del Tiétar ha padecido desde 1986 graves incendios forestales en los que han muerto dos personas mientras trataban de colaborar en las labores de extinción de unos fuegos que han arrasado miles de hectáreas de sus bosques, lo que ha contribuido en este tiempo ha que su población, que vivía de la madera en una proporción considerable, decidiera emigrar.
Ese año, hace casi cuatro décadas, se produjo en Pedro Bernardo el incendio más grave, con 8.000 hectáreas arrasadas y una persona fallecida, iniciándose un periodo de cierto declive que se vio agravado en el 2000 con otro grave fuego en el que se hubo un segundo muerto, obligando a evacuar parcialmente un pueblo que vio cómo volvían a arder otras 3.100 hectáreas de su mayor riqueza.
Pedro Bernardo Siempre Verde
En julio de 2019 un nuevo incendio, que partió del municipio vecino de Gavilanes y llegó a Pedro Bernardo, carbonizó 1.400 hectáreas más, a las que se sumaron en agosto de 2022 otras 1.000 hectáreas en este municipio que, por ello, cuenta con la asociación ciudadana Pedro Bernardo Siempre Verde.
El Valle del Tiétar ha sufrido, como pocas zonas, el embate del fuego en numerosas ocasiones, con otros incendios como el que en agosto de 2018 arrasó en torno a 1.000 hectáreas dentro del municipio de Santa Cruz del Valle que, situado en el privilegiado Barranco de las Cinco Villas, tuvo que ser evacuado parcialmente.
Un año antes, otro grave incendio carbonizaba en unas horas un millar de hectáreas entre los municipios de Hoyocasero y Navalosa, en la estribación noreste de la Sierra de Gredos.
Más recientemente, en 2021 tuvo lugar el fuego de mayor extensión en la historia de la provincia, ya que las hectáreas afectadas llegaron hasta las 22.037, con cerca de una quincena de municipios afectados.
Este incendio causado por un coche que comenzó a arder en un día de elevadas temperaturas y mucho viento, previo al que tuvo lugar al año siguiente en la zamorana Sierra de la Culebra, contribuyó a que los protocolos de actuación ante este tipo de siniestros fueran modificados, como legaron a pedir varias asociaciones y colectivos.
Un año después, otro gran incendio forestal afectó a la zona este de la provincia de Ávila, en una comarca relativamente próxima a Navaluenga, donde este verano muchas personas han vuelto a vivir momentos de zozobra, debido a la proximidad de las llamas a la población.
Colilla mal apagada
En agosto de 2022, una colilla mal apagada provocó un incendio que partió del municipio de Cebreros, próximo a la Comunidad de Madrid, y se extendió hasta el vecino de El Hoyo de Pinares, cuyos 2.000 vecinos tuvieron que ser desalojados, ante la proximidad de las llamas y la peligrosidad del humo.
El fuego en aquella ocasión arrasó algo más de 4.000 hectáreas, que se suman a las miles que han ardido en las últimas décadas en una provincia que acaba de sufrir el incendio más importante en lo que va de verano, con 1.500 hectáreas quemadas en Navaluenga.
A todos ellos se suman otros fuegos de menor extensión, pero que también tuvieron su peligrosidad, como el que en agosto de 2024 quemó una parte del castro vettón de El Raso, en el municipio de Candeleda, cerca de la provincia de Cáceres.
También vettón es el castro de Ulaca, uno de los más importantes de europa que, se vio afectado en el verano de 2021 por el incendio de mayor extensión en la historia de una provincia especialmente castigada por el fuego en las últimas décadas. EFE
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