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Norris, Verstappen, Sainz y Alonso analizan una clasificación extrema y anticipan una carrera incierta en Las Vegas
Los protagonistas de la clasificación coinciden en que la lluvia fue "decisiva" y anticipan una carrera "imprevisible"
La lluvia convirtió la clasificación del Gran Premio de Las Vegas en uno de los retos más exigentes de la temporada, y los protagonistas de la primera línea no ocultaron la tensión vivida sobre un asfalto que apenas ofrecía agarre. Tras lograr la pole, Lando Norris reconoció que no esperaba rendir tan bien en mojado y advirtió que la incertidumbre marcará la carrera: "Nadie ha rodado más de diez vueltas seguidas con alta carga de combustible. Quedan muchos interrogantes", explicó el líder del Mundial.
Norris describió la sesión como "muy estresante", especialmente en un tercer sector donde, según relató, "si tocabas un piano, el coche se iba al otro lado". Aun así, consideró su actuación como "uno de los mejores pilotajes" de su carrera, celebrando la adaptación a unas condiciones inéditas en Las Vegas. De cara al domingo, anticipó un duelo directo con Verstappen y Sainz: "Será interesante. Hay que disfrutar y sacar lo mejor del coche".
Max Verstappen, segundo en la parrilla, admitió estar lejos del ritmo de Norris pese a haber arriesgado en su último intento. El neerlandés destacó que el asfalto "ya es deslizante en seco y hoy estaba peor", lo que hizo que la sesión "no fuera divertida", pese a asegurar que suele disfrutar en mojado. Señaló dificultades para calentar neumáticos y encontrar agarre: "Decidí arriesgar mucho, pero la pole estaba lejos". Aun así, valoró positivamente la primera fila y confió en que el interior de la salida ofrezca buen agarre.
Carlos Sainz, tercero, se mostró satisfecho y reconoció que la lluvia extrema le beneficiaba: "Era donde mejor iba con el coche". El madrileño destacó el paso adelante de su Williams durante el fin de semana y el impulso de confianza que le dio liderar tiempos cada vez que completaba una vuelta en las primeras fases de la clasificación. Aunque por momentos pensó que podía firmar la pole, admitió que al cruzar meta primero sabía que Verstappen y Norris venían más rápidos. Sobre su llamada a comisarios, restó importancia: "No se veía nada; perdí el coche y quise quitar la amarilla lo antes posible". Agradeció, además, el apoyo del público estadounidense y se mostró ambicioso: "Mañana hay que rematar".
Más atrás, Fernando Alonso, séptimo, celebró la lluvia como "un regalo" que transformó un coche sin ritmo en seco en un monoplaza competitivo bajo el agua. El asturiano fue claro: si la carrera es en seco, mantener los puntos será "misión imposible". Aun así, valoró positivamente haber alcanzado la Q3 y afrontará la prueba con mentalidad combativa: "Hacer el coche ancho, una buena salida y una buena estrategia. No tenemos nada que perder". Pese a temer al inicio que sería "la peor experiencia del mundo", Alonso destacó que la sesión fue más manejable de lo esperado y sin incidentes graves.
Con una parrilla marcada por la imprevisibilidad y condiciones cambiantes, los cuatro coinciden en algo: Las Vegas ofrecerá una carrera tan abierta como desafiante.
Los protagonistas de la clasificación coinciden en que la lluvia fue "decisiva" y anticipan una carrera "imprevisible"
El británico firma una vuelta magistral en una clasificación marcada por las precipitaciones y partirá por delante de Verstappen y Sainz en Las Vegas
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