La Diócesis duplica las donaciones y cierra el año con un superávit de 2,9 millones de euros

El administrador diocesano destaca un repunte de la fe entre jóvenes y la presencia de ?convertidos en sentido estricto?

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La Diócesis duplica las donaciones y cierra el año con un superávit de 2,9 millones de euros
El autor esLuis Romera Calvo
Luis Romera Calvo
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La Diócesis de Osma-Soria presentó su memoria anual de 2024 con unos resultados que reflejan una solidez económica poco habitual en el contexto actual. La institución cerró el ejercicio con un superávit de 2,9 millones de euros, tras registrar ingresos por 10,1 millones y gastos de 7,1 millones, según los datos facilitados por el administrador diocesano, Gabriel Ángel Rodríguez.

Rodríguez quiso matizar que "esos tres millones no están en las arcas del Obispado, sino distribuidos entre las tesorerías de las parroquias y entidades vinculadas". Una precisión que, según explicó, refleja el funcionamiento descentralizado de la economía diocesana.

El ecónomo diocesano, Alberto Martín, subrayó el incremento de las aportaciones directas de los fieles, que alcanzaron 1.875.398 euros, el doble que el año anterior. A ello se suman los 2,32 millones procedentes de la asignación tributaria —la conocida "X" de la declaración de la renta—, un importe que multiplica por cuatro lo recaudado por los sorianos en su conjunto. "Es una muestra de la solidaridad interdiocesana", destacó Rodríguez, quien añadió que el objetivo es avanzar hacia la autofinanciación, reduciendo la dependencia de subvenciones externas.

Más allá de las cifras, el administrador diocesano quiso detenerse en el cambio de clima espiritual que percibe en la sociedad. "Estamos observando un movimiento de retorno a la fe, incluso entre jóvenes que nunca habían tenido contacto con la Iglesia. Algunos se han convertido en sentido estricto", aseguró.

Rodríguez interpretó este fenómeno como una reacción frente al hartazgo ideológico y la búsqueda de valores sólidos. "Todo efecto tiene una causa, y creemos que los jóvenes están cansados de determinados discursos. Por eso vuelven a los valores cristianos, y ojalá sea un retorno estable", reflexionó.

En la presentación también se ofrecieron los principales indicadores pastorales: la diócesis cuenta con 87 sacerdotes, 42 religiosos, 108 monjes y monjas de clausura, 542 parroquias y 6 monasterios, además de 192 catequistas y cuatro seminaristas. Durante el último año se celebraron 299 bautizos, 239 confirmaciones, 372 comuniones y 77 matrimonios.

En el ámbito educativo, Osma-Soria gestiona cuatro centros católicos concertados con 1.650 alumnos, 143 empleados y 137 docentes, mientras que la actividad misionera se mantiene gracias a 61 misioneros repartidos por el mundo.

El responsable de Patrimonio, José Sala, informó de la ejecución de 56 proyectos de restauración y obra nueva, con una inversión cercana al millón de euros, de los que 428.000 euros procedieron directamente del Obispado. Actualmente, la diócesis conserva 41 inmuebles declarados Bien de Interés Cultural.

En materia patrimonial, Sala confirmó que no hay avances en el convenio entre el Ayuntamiento de Soria y el Cabildo de la Concatedral sobre los ingresos en el santuario de San Saturio. "El acuerdo está paralizado y no se ha concretado el planteamiento inicial", apuntó.

Respecto a la situación de sede vacante, tras el traslado de Abilio Martínez Varea a la diócesis de Ciudad Real, Rodríguez recordó que Soria es "una diócesis cuna, donde los obispos aprenden el oficio antes de marcharse". Añadió que el proceso de elección del nuevo prelado podría prolongarse varios meses, al coincidir con la vacante en la Nunciatura Apostólica en España, cuyo nuevo representante tomará posesión en diciembre. "Lo esencial es que el elegido sea un buen candidato. Son procesos lentos: la última vacante duró diez meses", recordó.

En el apartado caritativo y asistencial, la diócesis atendió a 18.405 personas en 35 centros, incluyendo recursos para mitigar la pobreza, atención a ancianos, personas con discapacidad y programas de empleo y familia. Solo Cáritas Diocesana, con 138 voluntarios, asistió directamente a 1.536 personas, beneficiando a 2.376 en total.

El secretario de Cáritas, Roberto de las Heras, alertó sobre la fragilidad de la clase media. "No es que la pobreza se haya reducido, sino que la clase media se está empobreciendo y enfrenta dificultades que antes no existían: alquileres inasumibles, pérdida de poder adquisitivo y trabajos precarios", explicó. "Cada vez es más difícil llegar a fin de mes, alimentarse y mantener una vida digna", lamentó.

La memoria de la Diócesis de Osma-Soria refleja así un doble escenario: una Iglesia económicamente saneada y en expansión social, y una sociedad provincial marcada por la desigualdad, donde la fe y la asistencia continúan siendo dos pilares que tratan de sostener a quienes más lo necesitan.

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