El procurador del Partido Popular, Pedro Antonio Heras, se vio envuelto este miércoles en un incidente tenso con el portavoz de Podemos, Pablo Fernández, al término del pleno de las Cortes de Castilla y León. El episodio obligó a intervenir al presidente del Parlamento autonómico, Carlos Pollán, una vez acaba la sesión de la votación de la PNL, junto con otros procuradores para evitar que la situación fuera a más.

El origen del enfrentamiento se produjo durante un debate sobre la efectividad de las pulseras antimaltrato. El dirigente de Podemos reaccionó con expresiones despectivas e irónicas, refiriéndose al procurador popular como "especialista en violencia de género" y "la Vichy Rosell de la violencia de género", unas palabras que provocaron malestar y sorpresa en el hemiciclo.

Fuentes del Partido Popular explicaron que Heras consideró esas alusiones inapropiadas y ofensivas, por lo que, al finalizar la sesión, se dirigió al escaño de Fernández para pedirle explicaciones personales. El intercambio derivó en un breve enfrentamiento verbal que fue rápidamente contenido por otros procuradores y por el presidente de las Cortes.

El propio Fernández trató después de justificar sus declaraciones, alegando que había recurrido a la ironía. Sin embargo, desde el entorno del parlamentario soriano se considera que sus palabras fueron impropias de un representante público y evidencian una falta de respeto institucional.

El incidente ha sido interpretado en el grupo popular como un ejemplo del deterioro del debate político y de una estrategia de provocación personal por parte del dirigente de Podemos, cuyo comportamiento fue calificado de "innecesario" y "fuera de tono" por varios parlamentarios presentes en la sesión.

Heras trasladó su malestar por lo ocurrido y defendió que la confrontación política debe mantenerse dentro del respeto y la responsabilidad parlamentaria, especialmente cuando se abordan asuntos tan sensibles como la violencia de género.