Hallan en Soria el mayor dinosaurio carnívoro del Cretácico Inferior Ibérico

El ejemplar, de hasta 12 metros de longitud, es el mayor ejemplar identificado en la península ibérica del Cretácico Inferior, hace 125 millones de años

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Hallan en Soria el mayor dinosaurio carnívoro del Cretácico Inferior Ibérico
Patxi Sáez, Xabier Pereda y Erik Isasmendi. | Foto: Ricard Fabrique/UPV
El autor esO.R.R
O.R.R
Lectura estimada: 3 min.

Un equipo internacional liderado por los investigadores Erik Isasmendi y Xabier Pereda, de la Universidad del País Vasco (EHU), ha identificado en Soria los restos de un espinosaurio de hasta 12 metros, el mayor dinosaurio carnívoro conocido en la península ibérica del Cretácico Inferior. El hallazgo, fechado en hace 125 millones de años, se ha publicado en colaboración con Adrián Páramo, investigador de la Universidad de La Rioja, y Elena Cuesta, paleontóloga del Museo Estatal de Paleontología y Geología de Baviera (Alemania), tal y como ha informado la Universidad del País Vasco. 

Los fósiles analizados (dientes, vértebras, huesos del cráneo y de las extremidades) se encontraron en los yacimientos de Los Caños y Zorralbo, muy cerca de la capital soriana. Estos restos pertenecen a un terópodo (un suborden de dinosaurios caracterizado por sus huesos huecos y sus extremidades con tres dedos funcionales), un espinosaurio que habría alcanzado entre 10 y 12 metros de longitud, lo que lo convierte en el terópodo más grande hallado hasta la fecha en la Península Ibérica en el periodo del Cretácico Inferior, hace aproximadamente 125 millones de años. 

Sobre los espinosaurios 

"Los espinosaurios eran dinosaurios carnívoros fácilmente distinguibles de otros terópodos por su cráneo bajo y alargado, con mandíbulas provistas de dientes cónicos similares a los de los cocodrilos actuales", explica el paleontólogo Erik Isasmendi. "Tenían brazos largos y robustos, con manos de tres dedos que terminaban en potentes garras. Algunos incluso presentaban una característica vela dorsal. Habitaban cerca de lagos y ríos, y se alimentaban principalmente de peces, aunque también podían cazar otros animales"

Representación del dinosario hallado. (Foto: UPV)

Los restos fósiles fueron hallados durante los años 2000 y 2010 por la familia Meijide-Fuentes, una familia de paleontólogos aficionados que han realizado durante muchos años excavaciones en los yacimientos con dinosaurios de Soria. Posteriormente los fósiles fueron depositados en el Museo Numantino de Soria.  Durante su tesis doctoral, Erik Isasmendi revisó el material en el museo y obtuvo resultados novedosos que han servido para su tesis y para el artículo que acaba de publicar el equipo de investigadores. Además de los restos del gran espinosaurio, los investigadores han encontrado varios dientes aislados que corresponderían a un segundo terópodo que no forma parte de los espinosaurios.

"Por ahora, el terópodo se ha clasificado provisionalmente como un tetanuro indeterminado, una rama de dinosaurios que incluye a varios grupos de terópodos", señala Isasmendi. 

Una nueva especie 

Los resultados de este estudio aportan nuevas claves para comprender la diversidad de dinosaurios terópodos presentes en los yacimientos de Los Caños y Zorralbo, así como en el conjunto de la península ibérica durante el Cretácico Inferior. Hasta ahora se han descrito cinco especies distintas de espinosaurios en este período, y los investigadores no descartan que el ejemplar hallado en Soria represente una nueva especie exclusiva de la zona. 

"El gran espinosaurio de Soria podría corresponder a una forma aún no descrita, aunque será necesario recuperar más restos para confirmar si se trata de una especie diferente a las ya conocidas", explica Isasmendi.  

El hallazgo se enmarca en la formación geológica de Golmayo, un entorno excepcional por su riqueza paleontológica, donde también han aparecido restos fósiles de una variada fauna de vertebrados, entre ellos otros dinosaurios terópodos, cocodrilos, tortugas, lagartos, anfibios, peces óseos, tiburones y mamíferos primitivos. A ello se suman fósiles de invertebrados como moluscos y crustáceos, así como algas y restos vegetales. 

La investigación ha sido financiada por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (MICIU), junto con el apoyo del grupo de investigación del Gobierno Vasco IT 1485-22. Los resultados forman parte de la tesis doctoral de Erik Isasmendi sobre los dinosaurios terópodos del Cretácico ibérico que fue defendida (con éxito) el pasado 15 de octubre de 2024 en la Facultad de Ciencia y Tecnología de la EHU. 

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